cómo invertir a fecha fija: los fondos de ciclo de vida

Antes de empezar a invertir lo ideal es marcarse un objetivo. No es lo mismo ahorrar para garantizarte una jubilación digna dentro de 20 años, que porque quieras financiarte un master el año que viene. Cada meta  implica un horizonte temporal distinto y, por ende, una estrategia determinada.

Los fondos de la categoría “ciclo de vida” tienen la ventaja de que se ajustan a tu horizonte temporal y van modulando el nivel de riesgo a medida que te vas acercando al momento en el que necesitas recuperar tu dinero. Te explicamos en qué consisten.

Horizonte temporal y nivel de riesgo

¿Por qué el horizonte temporal es tan importante? Porque cuanto mayor sea el plazo del que dispones, el periodo en el que estás dispuesto a no tocar tu inversión, mayor es el riesgo que te puedes permitir asumir. Esto es así porque los activos más jugosos, como sucede con la bolsa, suelen presentar fuertes oscilaciones en el corto pero también son los más rentables en el largo plazo.

Por tanto, si tu objetivo financiero te permite esperar el tiempo suficiente (los expertos aconsejan al menos cinco años) lo más eficiente es decantarte por activos de riesgo. Y si por el contrario necesitas recuperar tu inversión en un plazo muy corto, lo aconsejable es que busques inversiones más conservadoras… sabiendo que serán también menos rentables.

Si efectivamente tu meta es a largo plazo, lo ideal es comenzar asumiendo un mayor nivel de riesgo. Ahora bien, según te vayas acercando al momento que te hayas marcado para recuperar tu inversión, tu estrategia también debería ir cambiando.

Imagínate que estás ahorrando para tu jubilación y que planeas retirarte dentro de 20 años. Al principio lo más eficiente sería dedicar un alto porcentaje de tus inversiones a la bolsa. Aunque los mercados sufran vaivenes tú tendrías tiempo de sobra para esperar a que se recuperasen y retomasen la senda alcista, que suele ser su tendencia a largo plazo.

No obstante, a medida que tu jubilación se vaya acercando deberías ir reduciendo el peso de la bolsa en tu cartera e ir aumentando el peso de activos menos volátiles, como la renta fija. Porque si te encuentras cerca del momento en el que necesitas rescatar el dinero, no te puedes arriesgar a que una corrección bursátil te pille con el pie cambiado.

Regla del 100

La cuestión es: ¿qué porcentaje de bolsa versus renta fija deberías asumir en un principio y cómo debería ir cambiando ese porcentaje a lo largo del tiempo? Para que te hagas una idea, los expertos en planificación financiera hablan de la regla del 100, que consiste en que tu edad más tu porcentaje de inversión en bolsa sumen 100. Esta regla no es inamovible (de hecho, hay planificadores que ven más aconsejable otras cifras como 120 o 140). Pero sí te permite hacerte una idea de que la distribución de activos (asset allocation) debería ir modificándose de forma gradual, a lo largo del tiempo.

Esta es una tarea que puedes hacer tú mismo, traspasando cada cierto tiempo parte del dinero que tengas invertido en productos de bolsa a productos de renta fija. Ya sabes además que si inviertes en fondos de inversión estos traspasos se pueden realizar sin tener que tributar por el camino.

Pero otra opción es invertir en productos como los fondos de ciclo de vida que mencionábamos al principio, que están diseñados para ir modulando el riesgo a medida que se acercan a la fecha objetivo.

Estrategia ‘ciclo de vida’

Los fondos con fecha objetivo (target-date funds), también conocidos como fondos de ciclo de vida comienzan invirtiendo de forma agresiva, con un alto porcentaje en bolsa, y posteriormente van reduciendo ese porcentaje a medida que se acerca el momento de reembolso.

El partícipe sólo tiene que elegir el fondo de ciclo de vida cuya fecha se ajuste mejor al horizonte temporal de su objetivo financiero.

Por ejemplo, la gestora Fidelity ofrece varios fondos con diferentes fechas de vencimiento: 2025, 2030, 2035 y 2040. Cada uno de ellos da la opción de invertir a través de la clase de acumulación o de la clase de distribución.

De este modo, si un inversor desea jubilarse en diez años, podría escoger el fondo Fidelity Target TM 2035. En cambio, otro que necesitase recuperar su dinero dentro de quince años podría recurrir al fondo Fidelity Target TM 2040.

La gran ventaja de estos productos es la comodidad. El inversor sólo tiene que seleccionar el fondo que se adecúe mejor a su horizonte temporal y, a partir de ahí, puede despreocuparse ya que el fondo irá adaptando su distribución de activos a medida que se aproxime la fecha de vencimiento.

No obstante, este tipo de productos también suscita algunas críticas. Algunos estudios sostienen que la gestión que hacen del asset allocation es demasiado conservadora y que es preferible mantener una estrategia agresiva durante más tiempo.

Sea como fuere, la estrategia ‘ciclo de vida’ es una herramienta más a tener en cuenta a la hora de planificar tus inversiones. Lo importante es que tengas claro cuál es tu horizonte temporal y el nivel de riesgo que es óptimo asumir en cada momento.

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