qué es el fixing bursátil y para qué sirve

La contratación de valores en bolsa se basa en la oferta y la demanda. Si existe la suficiente cantidad de órdenes de compra y de venta, se podrán cruzar operaciones de forma ininterrumpida. Cuantas más operaciones se crucen, mayor será la liquidez que ofrezca la compañía. Pero ¿qué ocurre cuando apenas se producen órdenes de compra o de venta? ¿Cómo se puede fijar el precio para esos títulos? Para los casos en los que la empresa cuenta con un volumen de negociación muy reducido existe el denominado mercado de fixing.

Origen

El fixing es un sistema de contratación bursátil diseñado para activos de baja liquidez, principalmente acciones, aunque también bonos, divisas y commodities. En España se introdujo en el año 2009. Hasta entonces las compañías que generaban poca demanda de negociación, o que la generaban sólo en horarios muy determinados, se negociaban con un sistema denominado mercado de corros.

El mercado de corros es un sistema de contratación bursátil tradicional en el que los operadores se reúnen en un lugar físico para negociar. El funcionamiento se asemeja a una subasta y los operadores negocian en persona. De ahí procede la imagen estereotípica de la bolsa en la que los brókeres se agrupan en un rincón del parqué y levantan papeles anunciando a viva voz su intención de comprar o vender.

Hace quince años el mercado español decidió sustituir el mercado de corros tradicional por el sistema fixing, que facilita la posibilidad de fijar los precios de una manera más moderna, transparente y accesible, ya que la negociación se produce de manera electrónica.

Características

El sistema de fixing tiene las siguientes particularidades:

  • Franjas temporales limitadas. Los valores no se negocian durante todo el día de forma ininterrumpida, sino que tienen ventanas específicas de negociación, normalmente dos veces al día. En esas horquillas temporales, los operadores presentan sus ofertas de compra o de venta, a modo de subasta.
  • Precio de equilibrio: Al cierre de cada subasta se cruzan las operaciones acumuladas y se fija el nuevo precio de las acciones. El precio definitivo será aquel al que se pueda «casar» el mayor número de órdenes de compra y de venta.
  • Eficiencia en la contratación: Para valores con poco nivel de negociación, este sistema mejora la eficiencia ya que reduce la volatilidad, concentrando la liquidez en momentos concretos.

A cierre de marzo de 2025 había seis valores cotizando en este sistema en la bolsa española (Ayco, Liwe, Cementos Molins, TR Hotel, y Minerales y Productos Derivados).  Además, el mercado de compañías de pequeño tamaño (BME Growth) también utiliza este sistema de contratación.

El mercado continuo

El fixing es un sistema minoritario diseñado sólo para aquellos pocos valores que generan menos actividad. No obstante, la inmensa de las compañías cotiza en el sistema de negociación continua, en el que la contratación se produce de forma ininterrumpida.

En el mercado continuo el precio se forma a tiempo real, a medida que se van cruzando las órdenes de compra y las órdenes de venta.

Por otro lado, lo habitual es que se produzca una subasta al inicio de la sesión (en el caso español, de 8.30h a 9.00h) y otra breve subasta al cierre (de 17.30h a 17.35h). Durante ese lapso de tiempo, los operadores pueden introducir, modificar y cancelar órdenes, sin que se produzca todavía la ejecución de las mismas.

Las subastas sirven para fijar los precios de apertura o cierre, o para controlar las fluctuaciones excesivas de precios (subastas de volatilidad).

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